Lavanda Goodwin

La lavanda 'Goodwin' es un arbusto de tamaño mediano que forma una mata compacta y redondeada. Su principal atractivo es su follaje perenne, compuesto por hojas finas y lanceoladas de un color grisáceo o plateado. Este color no solo le da un aspecto elegante, sino que también la ayuda a reflejar el calor, haciéndola más resistente a las altas temperaturas.

Pero el verdadero espectáculo ocurre en primavera y verano, cuando la planta se cubre de largas espigas florales de un vibrante color violeta. Estas espigas, que pueden alcanzar los 30 cm de altura, no solo son visualmente impactantes, sino que también desprenden un aroma dulce y distintivo, atrayendo a polinizadores como abejas y mariposas.

Cuidados para una Lavanda 'Goodwin' Saludable

La lavanda 'Goodwin' es una planta resistente y de bajo mantenimiento, ideal para jardineros de todos los niveles. Para que prospere y te regale su máximo esplendor, sigue estos sencillos consejos:

• Luz: La lavanda es una amante del sol. Necesita pleno sol para crecer y florecer adecuadamente. Ubícala en un lugar donde reciba al menos 6 a 8 horas de luz solar directa al día. La falta de luz puede hacer que la planta se vuelva débil, con un crecimiento etiolado y una floración escasa.

• Riego: Esta variedad es muy tolerante a la sequía una vez establecida. Es crucial evitar el exceso de agua, ya que puede causar la pudrición de las raíces. Riega de forma moderada, dejando que la tierra se seque completamente entre riegos. En maceta, el riego debe ser más frecuente que en el suelo, pero siempre asegurándote de que el drenaje sea excelente.

• Suelo: La lavanda prefiere suelos ligeros, arenosos o pedregosos con un excelente drenaje. Un suelo con buen drenaje es más importante que la fertilidad. Puedes mezclar tierra de jardín con arena gruesa o gravilla para mejorar su estructura.

• Poda: La poda es fundamental para mantener su forma y estimular una floración abundante. La poda principal debe hacerse después de la floración en verano, cortando las espigas marchitas y dándole forma al arbusto. También puedes realizar una poda ligera en primavera para eliminar ramas dañadas y fomentar un nuevo crecimiento.

• Fertilización: La lavanda no requiere mucha fertilización. Un abono ligero en primavera puede ser suficiente, o puedes añadir un poco de compost al suelo anualmente. El exceso de fertilizante, especialmente de nitrógeno, puede reducir la floración.