Cuphea Veronica Enana
Cuphea Veronica Enana
Posee un follaje de color verde brillante, compuesto por hojas diminutas y lanceoladas, que le dan una textura fina y ligera. Pero la verdadera protagonista es su floración. La planta se cubre por completo de pequeñas flores tubulares, con seis pétalos, que se parecen a las de una margarita en miniatura. Estas flores, que pueden ser de color blanco, rosa o lavanda, se distribuyen de manera tan densa que la planta parece una nube de color. Su tamaño compacto, que rara vez supera los 60 cm de altura, la hace perfecta para espacios reducidos.
Cuidados Esenciales para una Cufia Feliz:
La Cufia es una planta resistente y de fácil cuidado, lo que la hace ideal para quienes buscan resultados espectaculares sin mucho esfuerzo.
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Luz: Esta planta adora el sol. Para que florezca con la máxima intensidad, necesita una exposición a pleno sol, idealmente al menos 6 horas de luz solar directa al día. En climas muy calurosos, puede tolerar algo de semisombra en las horas de mayor intensidad, pero la falta de luz reducirá significativamente su floración.
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Riego: La Cufia prefiere un sustrato que se mantenga uniformemente húmedo, especialmente durante la temporada de floración. Sin embargo, es vital que tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento, que podría provocar la pudrición de las raíces. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. En verano, el riego puede ser diario, mientras que en invierno se debe reducir considerablemente.
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Suelo: Un suelo bien drenado es crucial. Una mezcla de tierra de jardín con compost y arena es una excelente opción. La Cufia no es muy exigente con el pH del suelo, pero prefiere los suelos ligeramente ácidos a neutros.
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Poda: Para mantener una forma compacta y estimular una floración más abundante, es recomendable podarla ligeramente a principios de la primavera, eliminando las ramas secas o dañadas. No es necesario quitar las flores marchitas una por una, ya que la planta tiende a autolimpiarse, pero una poda ocasional puede ayudar a su desarrollo.
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Fertilización: Durante la temporada de crecimiento y floración (primavera y verano), puedes alimentarla cada 2-4 semanas con un fertilizante líquido para plantas de exterior. Esto le proporcionará los nutrientes que necesita para producir sus hermosas flores sin parar.
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